Inicio

Supéralo y sigue

Transfórmate, reconoce tus errores y acepta que la felicidad es posible

con olores que irritan tu nariz

sonidos que cortan la respiración

y sabores con gusto a poco



Es el mundo que creaste

Sin embargo

Puedes encontrar tranquilidad, y disfrutarla

Eso aprendí de Coquito

A observar el panorama completo

Para saber si voy por el camino correcto

Conocí a Coquito a los 20 años, en mi primer trabajo formal

Él creaba su mundo.

Le faltaba el brazo izquierdo y el derecho lo tenía a la mitad, con cuatro dedos doblados y endurecidos, casi sin movilidad.

Todos los días venía al trabajo en una bicicleta de media carrera, porque la otra media no la encontró nunca, decía con una sonrisa enorme.

Sorprende lo que una persona determinada es capaz de hacer

Era un especialista.

Esquivando el filo de las frustraciones, ponía amor a cada paso, haciendo de la vida una fiesta.

Coquito:

  • Descubría la felicidad en todo
  • Entendía y vía la vida solo por hoy
  • Zambullía su cuerpo en interminables emociones
  • Disimulaba la pureza de un corazón de oro puro en cada gesto

Es un resiliente

Tú eres resiliente también

Tienes la oportunidad de vivir como quieres

No sabías hacer nada y alquien estuvo para enseñarte

Aprendiste a caminar, a hablar, a relacionarte con los demás

Sin darte cuenta comienzas a vibrar desde la culpa, la ira y hasta del deseo que te atrapa.

Esto debilita tu consciencia y tu capacidad de tomar mejores decisiones.

Te haces menos resiliente y nadie te lo dice.

El mundo se derrumba y lo pierdes de vista por un tiempo.

Superar la frustración es mirar, observar, contemplar, antes de actuar

y pienso que:

  • Quieres estar en un lugar agradable
  • Con la mente en calma
  • Y un corazón feliz

Esto no es nuevo, desde hace siglos piensan en esto

Y te animas a elaborar estrategias para hacerte cargo de tu vida

Yo tengo las mías

Mi nombre es Miguel Quiña

Tengo tiempo para ayudarte a encontrar la forma de sentir tranquilidad

Porque allí comienza todo

La tranquilidad es sosiego, quietud, serenidad, reposo, placidez, paz, calma, bonanza, silencio y lo que quieras que sea

Trabajo con herramientas de coaching, pnl, reiki, barras de access y copywriting. Eso me ayudó a crecer como ser humano.

Cuando lo entendí, encontré respuestas para esos pensamientos que ponían limites a mi felicidad.

Sí, no exagero

Palpo y existo en la felicidad, así, con todas las letras.

Costó bastante empezar a disfrutarla, además del tiempo que me llevó.

Hoy miro a mi alrededor sin juzgar, escucho o leo una crítica y respeto que sea de otra persona o cuando alguien levanta la voz más de la cuenta puede ser que esté pasando un mal día.

El «no saber» te prepara, te conviertes en un especialista con la obligación de averiguar todo antes de tomar decisiones.

La frustración es consecuencia de tus emociones que se convierten en un estado de ánimo difícil de revisar, pero no imposible.

Fuí padre a los veinte años, eso marcó mi vida

Todavía adolescente y ya cambiando pañales, ni hablar de la responsabilidad que generé yo solito.

Llegué a tener tres trabajos, empleado municipal, zapatero y vendedor de helados.

Mi madre siempre decía que podría ser lo que quisiera mientras sea feliz.

A esa edad, te aseguro, ni siquiera sabes lo que significa la felicidad con tremenda obligación.

Sin darme cuenta encerré mis sueños en una pequeña mazmorra.

Un hijo es una bendición, y también una carga, en el buen sentido de la palabra.

¿Perdí mi juventud, o gane mucha experiencia?

No sé.

Hoy es un recuerdo agradable, pero en ese momento llegué a sentir que un camión me aplastaba todos los días.

Hasta que reaccionaba, me levantaba y seguía.

Desde esa época fortalecí mi resiliencia, fuí encontrando claridad en las palabras para decir lo que pensaba, con seguridad para escuchar y no darle tanta importancia a lo que decía la gente y con paciencia para agradar a todo el que se acercaba a mí.

El ser humano supera todo, se recupera y se adapta.

Aprendí a crear estrategias para hallar tranquilidad.

Ni hablar de la fortaleza que tuve que construir para decir no a boliches o fiestas, era padre joven y el peso inclinaba la balanza hacia la familia.

Soportar la presión que muchas veces atribuyes al entorno, a la sociedad o a cualquier cosa allí afuera.

Son sensaciones, de creer que la frustración no tiene cura.

Y la verdad que no es una enfermedad, pero molesta.

Estudié de noche mientras trabajaba, encontré salidas a casi todo lo que se presentaba.

Me recibí de maestro a los 26, al mismo tiempo encontré un empleo que cubría los gastos que más atormentaban.

Treinta años más tarde descubro que repetí la historia de mi papá que tuvo hijos a la misma edad que yo, y luego uno de mis hijos hizo lo mismo a sus 20 años.

No es casualidad, es parte del destino y del universo que las cosas sucedan así.

Casi nunca es como lo esperas

Juegas tu parte y luego tienes que hacerte cargo de lo que venga.

Si te quedas en el camino, el dolor de la frustración aturde, nubla la vista y hasta pierdes el sentido común.

El sentido más necesario en esos momentos de vulnerabilidad.

Escucha, nadie puede solo.

Todos necesitan de alguien que acompañe, que te ayude o que al menos te escuche.

Conozco esa sensación que frustra por no poder confiar en alguien.

  • Inspiración
  • Optimismo
  • Esperanza
  • Respeto
  • Autoestima
  • Confianza

Te invito a que leas el libro de Coquito

y recibas mis correos con historias y preguntas que desafían a escribir, o solo a pensar un rato.

Sin darte cuenta, irás armando estrategias para superar las frustraciones y los malos momentos que se presenten.

Vienes al mundo con todo lo necesario para recorrer la vida

Pero pierdes la mitad del equipaje por el camino

Sin embargo,

en algún momento lo recuperas y

Descubres que necesitas ayuda

También puedes encontrar otro profesional, lo que importa es tu salud y hacerle frente a esas dificultades

Decidirás con más facilidad, analizando mejor, con mayor creatividad, tendrás una comunicación más efectiva y clara.

Si llegaste hasta aquí

Recuerda:

Despéinate de una vez !Vamos¡

Ya pasaste mucho dentro del mundo de las apariencias para los demás.

Es hora que tú autenticidad te regale felicidad

Y encuentres tranquilidad en el alma, en el cuerpo y en la mente.